Un numeroso grupo de la etnia guaraní se manifestó por las principales calles de la mayor ciudad de Brasil, por sus derechos sobre la tierra.
Los indígenas ya habían protestado anteriormente, frente a la Facultad de Derecho de la misma ciudad por la reciente aprobación de una ley que les prohíbe reclamar territorios indígenas si no estaban físicamente presentes en ellos el 5 de octubre de 1988, día en que Brasil adoptaba su actual Constitución.
Con la legislación vigente hasta ahora, no existía necesidad alguna de comprobar esa premisa.
El proyecto de ley, aprobado en la Cámara Baja, necesita todavía el visto bueno del Senado y del propio presidente de Brasil, Lula da Silva.