El Estado de Morelos, es cuna del ilustre líder revolucionario Emiliano Zapata, uno de los máximos exponentes de la lucha campesina en México.
Nacido el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco, “El Caudillo del Sur” se erigió como un símbolo de la resistencia y la justicia social, defendiendo fervientemente los derechos de las comunidades indígenas, campesinas y obreras.
Su legado perdura a través de los tiempos, marcado por su lucha incansable por la libertad, igualdad y democracia social. Sin embargo, su vida llegó a un trágico fin el 10 de abril de 1919, cuando fue traicionado y asesinado en la hacienda de Chinameca, engañado por el militar mexicano Jesús Guajardo.
Ángel Uriel González Hernández, Profesionista en Gestión del Patrimonio Cultural del INAH, relata como Zapata fue emboscado por las fuerzas federales.
El 10 de abril justamente Emiliano Zapata desde un lugar que se llama la piedra encimada en China me ha observado el movimiento hacia el interior de la hacienda de Chinameca primero envía una comitiva vio que no sucedía nada decide ir a la hacienda de Chinameca al recibir el segundo toque de Clarín los federales descargan sus armas control general Emiliano Zapata y es así como muere a traición el general Emiliano Zapata.
Ángel Uriel González Hernández / Profesionista en Gestión del Patrimonio Cultural del INAH
Tras su muerte, el cuerpo de Zapata fue exhibido en la comandancia en Cuautla como un intento de aplacar el movimiento que había inspirado. (Ricardo grabo del lugar y que es la presidencia municipal)
Sus restos fueron depositados en el panteón de Cuautla donde se construye el primer Mausoleo erigido en su tumba, después de 13 años, en 1932 exhumaron sus restos, para trasladarlos a la Plaza Revolución del Sur actualmente conocida también como plaza del Señor del Pueblo, donde se erige como un símbolo imborrable de la lucha por la justicia.
El legado de Zapata trasciende su tiempo y su espacio, convirtiéndose en un emblema de la revolución indígena y campesina en México. En 1931, el Estado mexicano lo reconoció como héroe nacional y emblema del agrarismo, subrayando su importancia en la historia de la nación. Además, su influencia es palpable en el presente, siendo el nombre elegido para identificar al movimiento indígena y popular más destacado del México Contemporáneo: el “Ejército Zapatista de Liberación Nacional” (EZLN).
Con su célebre frase “Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado”, Emiliano Zapata dejó un legado de valentía y resistencia que sigue inspirando a generaciones presentes y futuras en la búsqueda incansable de justicia y dignidad.
