Como cada año, el poblado de Ocotepec se alista para la tradicional “Cereada”, que se conmemora el 31 de octubre en el marco de las festividades de Día de Muertos. Miles de visitantes locales, nacionales e internacionales acuden para participar en esta arraigada tradición, reconocida por la UNESCO, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por su riqueza cultural. La celebración a los fieles difuntos en este sitio incluye coloridas ofrendas y un operativo especial para garantizar la seguridad de los asistentes.
Esta antigua tradición comienza cada 18 de octubre, cuando se recibe a las almas que murieron de causas no naturales. Por la mañana se reúnen las familias en un ritual más íntimo, ya que por la tarde se empieza a recibir a la gente externa a la comunidad. Previo a la colocación de la ofrenda se hace una novena, con rezos propios de la comunidad, dando paso a la colocación de altares cargados de aromas, sabores y simbolismo.
Rodrigo Rodríguez Sedano, Ayudante municipal del poblado, ubicado al norte de Cuernavaca, destacó la importancia de mantener las costumbres locales y cuidar el uso de materiales tradicionales durante las festividades.
Vamos a seguir la misma línea de anteriores festividades y vamos a tratar de que no se utilice vaso y plato de unicel que la gente traiga un jarro de barro porque eso es lo tradicional, recordemos que somos un pueblo y los pueblos utilizan mucho los instrumentos o los instrumentos de barro o jarros, entonces invitamos a la población a que traiga su carro para que en cada casa donde haya ofrenda de vela nueva, es decir familias que lamentablemente recién falleció un ser querido, pues ellos les abran las puertas y ellas puedan ingresar y les puedan ofrecer ya sea un café o un atole, ahora sí que como dice mi abuelita lo que Dios le socorra.
Rodrigo Rodríguez Sedano, Ayudante Ocotepec
Pidió a los turistas a respetar las costumbres locales, recomendando no asistir disfrazados como muestra de respeto hacia las familias que honran a sus difuntos.