En un sorprendente acto de protesta, un grupo de activistas teñó de negro la famosa Fontana di Trevi en la ciudad de Roma. Este emblemático monumento, que atrae a millones de turistas cada año, se convirtió en el escenario de una manifestación llamativa y controvertida.
Los activistas, pertenecientes a un movimiento global en defensa del medio ambiente, utilizaron un tinte ecológico negro para teñir las aguas de la fuente. Con esta acción, pretendían simbolizar la preocupación por la contaminación y el cambio climático que afecta al mundo en la actualidad.
Según ellos, la Fontana di Trevi representa un símbolo de la opulencia y el derroche, mientras que el color negro simboliza el luto por el estado actual del planeta. Asimismo, expresaron su descontento con las políticas gubernamentales y la falta de acciones concretas para abordar la crisis medioambiental.
Algunos ciudadanos consideran que el acto fue una forma efectiva de llamar la atención sobre la urgencia de abordar la crisis ambiental. Otros, sin embargo, critican la acción como una falta de respeto hacia el patrimonio histórico y artístico de la ciudad.
