Pakistán fue sacudido por una serie de ataques contra mezquitas. El primero de estos atentados suicidas tuvo lugar en la región de Baluchistán, en el sur del país, donde más de 50 personas perdieron la vida y al menos medio centenar resultaron heridas durante una procesión por el nacimiento de Mahoma, en la localidad de Mastung. Existe el temor de que la cifra de víctimas aumente, ya que se presume que podría haber numerosos fieles atrapados bajo los escombros.
Un testigo ocular del incidente, Ali Hassan, compartió sus impresiones: “Estaba pasando cerca de la procesión cuando ocurrió la explosión. No sé por qué ocurrió, ya que quedé inconsciente después de la detonación. Tenía mucho miedo, vi muchos cuerpos esparcidos por todas partes”.
El segundo ataque suicida tuvo como blanco una mezquita en la ciudad de Hangu, cobrando la vida de al menos 5 personas.