La edición 29 de la Cumbre Iberoamericana de Ecuador inició deslucida en medio de protestas ciudadanas y con una reunión de cancilleres, muchos llegados a Cuenca en sustitución de presidentes y jefes de Gobierno que priorizaron otras citas internacionales.
El encuentro se celebra marcado por la ausencia de la mayoría de los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados. Al evento, únicamente llegaron el rey de España, Felipe VI; el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, decenas de sillas lucieron vacías, espacios reservados para naciones que mantienen rotas las relaciones con Ecuador.