En una entrevista con la televisión suiza, el Papa mencionó que Kiev debería levantar la “bandera blanca” para detener los combates y las pérdidas de vidas. Este comentario generó diversas reacciones, pero la Oficina de Prensa del Vaticano salió al rescate para aclarar el mensaje del pontífice.
Según numerosos medios de comunicación, incluidos algunos rusos y ucranianos, se interpretó que el Papa estaba sugiriendo a Kiev que “levantara la bandera blanca” y “tuviera coraje para negociar” para evitar más muertes, lo cual fue percibido como una invitación a rendirse.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó que esto no fue así en absoluto. Aclaró que el Papa utilizó el término “bandera blanca” solo después de que el entrevistador lo sugiriera, y que al referirse a todas las situaciones de guerra, el Papa dejó en claro que “las negociaciones nunca son una rendición”.
Bruni recordó las palabras del Papa con motivo del segundo aniversario del inicio del conflicto, donde expresó su profundo afecto por el pueblo ucraniano y su deseo de encontrar una solución diplomática para lograr una paz justa y duradera.
En respuesta, la embajada ucraniana criticó duramente al pontífice, comparando la sugerencia de negociaciones de paz con Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.