Los efectos del cambio climático se hicieron evidentes en Morelos durante el mes de junio, manifestándose a través de sequías y temperaturas que alcanzaron los 40 grados Celsius. Estos desafíos, combinados con el uso de agroquímicos altamente agresivos, tuvieron un impacto significativo en las colonias de abejas y, como consecuencia directa, en la producción de miel.
Rubén Herrera Rodríguez, apicultor experimentado de la región, señaló que el uso inapropiado de agroquímicos en las siembras ha resultado en la mortalidad de las abejas. Además, la sequía que persistió durante dos meses impidió la floración silvestre, provocando deficiencias en el desarrollo de las colonias.
Hace una década, se solía obtener 18 litros de miel en cada cosecha anual, pero hoy en día, la producción podría reducirse a siete litros por cajón.
Herrera subrayó la importancia de las abejas en la agricultura, ya que, mediante la recolección de néctar y polen de las plantas, desempeñan un papel fundamental en la polinización de flores, facilitando la fecundación y la producción de frutos.
Este año, lo que hubo de sequía impactó bastante también, ya que con la onda calorífica que llegó aquí al país, perdimos abejas, no se crían como es debido, un desequilibrio total, como es en este año, tanto las flores en el campo que son silvestres no se dieron, algunos árboles no florearon, también nos golpeó otro problema que tuvimos con el precio de la azúcar, pues ellas sobreviven en tiempo de sequías se elevó bastante hasta mil 600 a mil 700 pesos un bulto de azúcar
Rubén Herrera Rodríguez / Apicultor
Destacó que la venta de miel falsificada, elaborada en la Ciudad de México, es competencia desleal para 80 apicultores de la región oriente de Morelos, y puede provocar daño severo a personas con diabetes; la artificial se comercializa en 80 pesos, mientras que la original hasta en 200 pesos el litro.
