Rebeldes sirios han expulsado a las fuerzas progubernamentales de la estratégica ciudad de Hama, marcando una nueva victoria tras una ofensiva relámpago en el norte de Siria. Este golpe agrava la situación del presidente Bashar al-Asad y sus aliados rusos e iraníes.
El ejército sirio informó que sus tropas se replegaron fuera de la ciudad para evitar enfrentamientos urbanos, mientras que los rebeldes aseguran haber tomado el control de distritos clave, incluyendo la prisión central, donde liberaron a los detenidos.
La captura de Hama, ubicada estratégicamente entre Alepo y Damasco, abre la posibilidad de un avance rebelde hacia Homs, un cruce vital para las regiones más pobladas del país.
Además, el control de Hama pone en peligro ciudades con comunidades religiosas importante. El avance rebelde podría reactivar el conflicto en toda Siria, desestabilizando aún más una región afectada por guerras simultáneas en Gaza y Líbano.