Este viernes, el Parlamento británico inició el debate sobre un proyecto de ley que permitiría el suicidio asistido para pacientes en fase terminal en Inglaterra y Gales. La propuesta, impulsada por la diputada laborista Kim Leadbeater, plantea que solo quienes tengan menos de seis meses de esperanza de vida, puedan expresar una elección clara y cuenten con la aprobación de dos médicos y un juez para acceder a esta opción.
Leadbeater argumenta que la ley actual es insuficiente y busca brindar “elección, autonomía y dignidad” a los pacientes. Sin embargo, la iniciativa enfrenta divisiones políticas, preocupaciones sobre posibles abusos y llamados a mejorar los cuidados paliativos antes de implementar esta medida.
El 75% de los habitantes de Inglaterra y Gales apoya este cambio, pero la decisión final dependerá de la votación de los parlamentarios.