La figura pertenece al periodo Preclásico Medio. Se sabe que fue robada hace 65 años y que formaba parte de una colección privada, y recientemente fue recuperada por el gobierno mexicano. La pieza actualmente es sometida a un proyecto de conservación integral, en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos.
Al llegar a este espacio histórico y cultural pudimos observar detalladamente cómo trabajan los profesionales, esta gran pieza que impone y deja entre ver sus formas geométricas y naturalistas, el cual data de 700 a 500 antes de Cristo.
David Vega del INHA nos explicó sobre su proceso de restauración.
Los primeros dos días con base a lo que estuvimos analizando los primeros días vimos que había intervenciones anteriores que eran deficientes y que cubrían parte del original afectando estéticamente y de forma visual la pieza, sin embargo, algunas intervenciones de forma estructural fueron realizadas con cemento y algunas quizás metálicas no se pudieron retirar dado que su estructura es estable y retiradas generaría más daño, por lo tanto, ya después de analizarlo junto con arqueólogos especialistas de la coordinación Nacional de conservación a la cultura se determinó que solo íbamos a trabajar las partes superiores de las intervenciones anteriores para darles el mejor acabado
David Vega restaurador del INHA
Con ello se busca recuperar las formas originales de las de las piedras que constituyen el monumento 9.
Se ha removido cemento, resinas tóxicas y se han elaborado pruebas de morteros para determinar la competitividad o agresividad de los materiales que pueden ser utilizados para su conservación.
Por el momento se reemplazaron los cementos por pastas de cal y arena compatibles e incluso se ha traído arena que nos están haciendo favor custodios de Chalcatzingo y de piedra de la misma matriz de dónde viene la piedra, por lo tanto, es más amplia la competitividad de nuestros métodos y aparte pues vamos a tener la integración del color de la piedra
David Vega restaurador del INHA