Al menos 11 personas murieron el sábado en ataques rusos en el este de Ucrania, mientras los equipos de rescate de la ciudad de Dniéper excavaban entre los escombros después de que un ataque arrasara un edificio residencial de nueve plantas, dejando un muerto.
Los ataques se produjeron mientras Rusia sigue haciendo retroceder a las tropas ucranianas en varias zonas a lo largo de los 1.000 kilómetros de línea del frente.
Moscú ha intensificado los ataques aéreos en un intento de agotar los recursos de Ucrania, a menudo dirigidos contra instalaciones energéticas y otras infraestructuras vitales.
Las autoridades rusas afirman haber sufrido a su vez ataques con drones por parte de Ucrania. Dichas armas habrían sido derribadas en la madrugada.
En un post en X, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que siete personas habían muerto en ataques con misiles contra la ciudad de Vilniansk, a las afueras de la ciudad de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania.
“Nuestras ciudades y comunidades sufren a diario este tipo de ataques rusos”, publicó Zelenski. “Pero hay formas de superarlo: destruyendo a los terroristas allí donde están”, añadió.
Zelenski reiteró su llamamiento a los aliados para que proporcionen a Ucrania más armas de largo alcance y mejores defensas aéreas para detener lo que, según él, son ataques diarios contra su país.