El verdadero origen del tequila, tal y como lo conocemos hoy, se remonta a la llegada de los españoles en 1538. Aunque su producción se inició durante el Virreinato, fue hasta el siglo XIX que su popularidad empezó a expandirse significativamente.
En 1974 el gobierno mexicano le otorgó al tequila el estatus de Denominación de Origen, para proteger su autenticidad y calidad. Y en el 2006, cuando la UNESCO declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad al paisaje de agaves y antiguas instalaciones industriales de Tequila.
Sus notas dulces, afrutadas y herbáceas de esta bebida han permitido contar con amplia variedades, las cuales podemos conocer en el Museo del Tequila ubicado al interior de Radisson Hotel Quinta Rubelinas en Tezoyuca, Morelos.
Israel Fernández García, empleado de este lugar, nos explicó cómo lograron reunir más de mil 200 tequilas en este museo.
“Se abrió este lugar para fines de eventos, muchos tequilas los han traído de muchos lugares de México, algunos lugares son donados por algunos clientes, algunos tequilas muy buenos o antiguos también que eran de su colección y para que se hiciera más grande.”
Israel Fernández García, empleado del Museo del Tequila
El Museo contaba con más de mil 200 tipos de tequila; sin embargo, con el temblor del 2017 varias se perdieron; sin embargo, este espacio sigue siendo un lugar preferido de los conocedores y no conocedores del Tequila.
Tiene como 6 años ya funcionando como museo. La gente sí viene de muchas partes del mundo, porque aquí también hay salón de eventos para bodas y todo eso, vienen de distintas partes, desde alemanes, franceses, italianos, hemos tenido de todas partes del mundo.
Israel Fernández García, empleado del Museo del Tequila
Israel quien es todo un experto nos habló sobre el tipo de tequilas y como pueden degustarse.
Los tequilas que tenemos aquí podría decir que es el don Julio 30 el herradura de reposado el de herradura blanco se distinguen en cuestión de gusto de la gente por decirlos tequilas blancos son más suaves… agarran más sabor.
Israel Fernández García, empleado del Museo del Tequila
No podíamos desaprovechar a Israel, por lo que le pedimos que nos preparara las bebidas más solicitadas que son las margaritas de mango y tamarindo y no se podía quedar atrás el tequila sunrise, hecha de la forma más popular con tequila, jugo de naranja y granadina.
