Cientos de mujeres palestinas e israelíes se unieron en una manifestación que comenzó en Jerusalén para pedir el fin del prolongado conflicto entre ambos pueblos. La marcha, organizada por la Alianza por la Paz en Oriente Medio, continuó hasta llegar al Mar Muerto, ubicado en la Cisjordania ocupada, donde más manifestantes se les unieron.
La persistente violencia relacionada con el conflicto palestino-israelí, que se ha intensificado desde el año anterior, y la falta de voluntad para regresar a la mesa de negociaciones, han hecho que la paz parezca más esquiva que nunca.
Funcionarios de salud palestinos han informado que al menos seis palestinos perdieron la vida en la última escalada de violencia en Israel, siendo la incursión de Israel en el campo de refugiados de Yenín, al norte de Cisjordania, responsable de la mayoría de estas muertes, con al menos cuatro fallecidos y otras 30 personas heridas.
Este año, Yenín ha sido el epicentro de una de las fases más violentas del conflicto palestino-israelí, que en 2023 ha experimentado su año más mortífero desde principios de la década de 2000. Hasta la fecha, este conflicto ha cobrado la vida de más de 190 palestinos en Cisjordania e Israel, así como de 32 personas del lado israelí.