El canciller alemán Olaf Scholz destituyó a su ministro de Finanzas, Christian Lindner, tras meses de disputas sobre la política económica y el presupuesto del país. Scholz convocará para enero una moción de confianza parlamentaria, lo que podría desencadenar elecciones anticipadas en la mayor economía de Europa. La coalición tripartita entre los socialdemócratas, los Verdes y el FDP (Partido Demócrata Libre) enfrenta una crisis política sin precedentes.
Scholz, quien acusó a Lindner de un comportamiento obstruccionista y de anteponer los intereses del partido a los del país, lideraría ahora un gobierno en minoría. Este golpe llega en un momento crítico para Alemania: con una economía en declive, una infraestructura envejecida y un ejército debilitado, el país se enfrenta a desafíos internos mientras Europa observa con preocupación la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.