El papa Francisco, de 87 años, voló este lunes a Indonesia, donde iniciará una larga y exigente gira de 12 días que incluye también Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Su gira, que durará 12 días y le llevará a recorrer 32,000 km, es la más larga y lejana desde su elección en 2013 y supone un desafío físico para el jesuita argentino, que ha tenido problemas de salud recurrentes en los últimos años.
En Yakarta, una megalópolis contaminada y amenazada por las inundaciones, el papa podría lanzar un nuevo grito de alarma contra el calentamiento global.
Pero la visita girará principalmente en torno al diálogo entre el islam y el cristianismo, con un encuentro interreligioso en presencia de representantes del islam, el protestantismo, el catolicismo, el budismo, el hinduismo y el confucianismo.
El papa firmará una declaración conjunta con Indonesia, el documento aborda la “deshumanización” vinculada a los conflictos y la violencia contra niños y mujeres, así como la protección del medio ambiente.
Francisco ha visitado varias veces países de mayoría musulmana, como Irak, Baréin, Turquía o Marruecos, y en 2019 firmó en Abu Dabi un documento sobre la fraternidad humana.
A pesar del esfuerzo físico que le supondrá esta gira, con 16 discursos previstos, siete vuelos y hasta ocho horas de desfase horario, el Vaticano dijo que le acompañará el mismo dispositivo médico que hasta ahora, formado por un médico y dos enfermeras.