En el condado de Starr, Texas, autoridades locales han preparado un terreno de mil 400 acres (5.6 km²) en La Casita, cerca del Río Grande, para construir un centro de detención de migrantes propuesto por el próximo gobierno de Donald Trump. Este proyecto, respaldado por republicanos y algunos líderes locales, busca atender el aumento de migración irregular.
Eleazar Velázquez, comisionado electo de Starr, destacó que la obra generará empleo y beneficiará económicamente a uno de los condados más pobres de Estados Unidos. “Será una oportunidad para la gente del condado”, afirmó, señalando que la migración debe ser ordenada y legal.
No obstante, organizaciones civiles alertaron sobre posibles violaciones a derechos humanos y criticaron las políticas agresivas contra migrantes, como el uso de boyas y cercas en la frontera.
El terreno destinado al proyecto, adquirido en octubre de 2024, ha sido señalado por su tendencia a inundarse, lo que genera dudas sobre su viabilidad. Esta semana, una delegación del gobierno de transición visitará la zona para evaluar el avance del plan.
Activistas y expertos advierten que la estrategia podría exacerbar tensiones en la frontera, donde los cruces migratorios no han disminuido pese a las medidas restrictivas.