El paso de intensos tornados y tormentas el pasado sábado dejó al menos seis personas fallecidas y decenas de heridos en el estado de Tennessee, ubicado en el sureste de Estados Unidos. Además, se registraron daños significativos en viviendas y negocios en diversas ciudades. Numerosos edificios quedaron reducidos a escombros, y se produjeron cortes de energía debido a las condiciones climáticas extremas.
Tres de las víctimas mortales fueron reportadas en un suburbio al norte de Nashville, la capital del estado. Dos adultos y un niño perdieron la vida en la ciudad de Clarksville, ubicada a unos 80 kilómetros al noroeste. Otros 23 individuos recibieron atención médica en hospitales locales, según informaron las autoridades.
Expertos indicaron a medios estadounidenses que un brote climático severo afectó una extensión de más de 1.900 kilómetros, desde la Costa del Golfo hasta la frontera con Canadá, desencadenando tormentas en su trayectoria.
Wes Golding, alcalde del condado de Montgomery, expresó: “Este es un día triste para nuestra comunidad. Oramos por aquellos que resultaron heridos, perdieron a sus seres queridos y vieron sus hogares destruidos”.
En medio de este panorama, continúan las labores de búsqueda y rescate para localizar posibles supervivientes.